jueves, setiembre 28, 2006

Normita Tinoco: un “perfil” escrito de costado

Por expreso encargo de los Directivos de “Otro-NO”, este gallardo ex corresponsal de guerras frías y actual cronista de la sección de Espectáculos & Variedades del semanario que edita el Arzobispado de Chala (Arequipa-Perú), se embarcó en la imposible misión de indagar en la vida y milagros de un personaje hasta ahora enigmático y extravagante para los lectores de este blog: la señorita Norma Eudosia Tinoco de la Superunda (DNI: 20115224), mejor asimilada como: Normita Tinoco, quien con sus fugaces pero perturbadoras intervenciones —todas ellas, a la manera de loas y “entregados” piropos dirigidos a un conocido nuestro: el “Metrónomo” Carlos “Charles” Barrientos— se ha ganado un lugar en nuestros atrofiados corazones o, por lo menos, ha provocado la misma morbosa curiosidad que, por ejemplo, nos obliga a estar enterados si la Heather Mills dejó con más nada que calzoncillos, tristeza y añejo talento al bueno de Paul (salvando las distancias, claro está).

Así las cosas, debía ubicar a tal Normita sin otros indicios que los que pudieran hallarse en sus intervenciones públicas, lo cual me llevó a identificar la siguiente incongruencia en cuanto a la denominación del CENECAPE donde afirma haber encontrado la manada de seguidoras influenciables para fundar el ya mítico “Club de Fans Charles Forever And Ever” (en adelante CFCFE). En efecto, ante la publicación de sendas fotografías del “Metrónomo” en Otro-No y Lado B (la página personal del cada vez más celestino Juan Carlos Bondy) —una de ellas con Charles trepado en puntas de pie a un vehículo motorizado de considerables dimensiones— la susodicha afirmó contradictoriamente:

“Dicen que una cosa es un desnudo griego y otra muy distinta ... pero igual las chicas del Club de Fans:"Charles Forever And Never", hemos decidido empapelar la vía expresa con esta imagen de nuestro ídolo entre contrariado y extreñido (que no es lo mismo) ...
Normita Tinoco
CENECAPE MIGUEL GRAU”

“La suscrita y las chicas del CENECAPE DOS DE MAYO agradecemos la pública reinvindicación del señor Bondy aquel en su blog y, con mayores ímpetus y calores, agradecemos también a Charles por este manjar motorizado que tiene a bien compartir con su fieles seguidoras. Larga vida a las Harley Davinson y que las Heineken nos hagan más bellas para esos ojitos tornasolados ...
Normita Tinoco
Presidenta Club de Fans Charles Forever and Ever”

¿Cómo dicen que dijo? ¿En qué quedamos?, ¿Miguel Grau o Dos de Mayo? Todo eso se me hacía muy sospechoso. O la chica se daba maña para seguir dos carreras simultáneamente (digamos, Secretariado Ejecutivo y Mecánica de Suelos) o alguien estaba mintiendo. ¿Podía estar hecha Normita Tinoco del mismo material del que está fabricado Manolo García, uno de los personajes más celebrados del tal Barrientos, quien, como todos sabemos, es íntimo amigo del Premier Jorge del Castillo y, bueno, de alguna forma hay que vengar esa amistad?

Por otro lado, ¿a qué se debía esa histórica correspondencia de los nombres del CENECAPE (Miguel Grau y Dos de Mayo)? ¿Quería hacernos saber que estaba lista para el “combate” con la sutileza que se puede esperar de un elefante metido en una vidriería? Eran demasiadas preguntas y muy pocas herramientas para resolverlas: la Guía de Teléfonos, en “C” de CENECAPEs. El resultado: ni “Miguel Grau” ni “Dos de Mayo” figuraban en esas páginas donde los peruanos hacemos un inventario de nuestro buen gusto (Pollería “Lady D”, Hotel Tres Estrellas “Excálibur”, Salón de Masajes “Los Veinte Dedos”). Estaba claro que Normita Tinoco, de existir, quería ponernos las cosas difíciles.

Decidí volver al mapa trazado en sus meditados mensajes dejados al Metrónomo y, eureka, hallé esta pista que no dejaba lugar a dudas (comentario que publicó luego de que Charles amagara para las tribunas con dejar la cancha y abandonar el Metrónomo, falsa alarma que le dejó en claro la solidaridad de sus lectores):

“Luego de la reunión de urgencia que convocamos las chicas del Cenecape ante el "inminente" cierre de Metrónomo, hemos convenido en los siguientes acuerdos:
1) Iniciar una romería desde el local central del Club CF&E hasta el faro del malecón en Miraflores (desconociendo el domicilio real del sujeto de nuestra veneración, hemos optado por elegir este simbólico estandarte, de donde se origina la luz y se proyectan destinos), con el agregado de hacerlo de rodillas sobre mantos de chapitas de Kola Inglesa y Royal Crown.
2) Iniciar los trámites ante las autoridades correspondientes para que el Metrónomo sea considerado inalienable, inexpugnable e inclausurable, si es que todas estas palabrajas juntas existieran.
3) Crear de inmediato -con ayuda de los chicos del Idat que queda frente a nuestro Cenecape- el siguiente blog:
hppt://unquekodecharlesvalemasquemildesnudosdechartongeston(perdoncharltonheston).blogspot.com
Normita Tinoco
Presidenta”

Las arcaicas referencias a “romerías”, “bebidas gaseosas retiradas del mercado” y “Charton Geston” (sic), me convencieron de que nuestra Normita debía ser más bien de la vieja guardia y que tal vez era pertinente recurrir a las Guías de Teléfonos que doña Nicolasa —mi vecina— guarda de cuando compró dos números a ENTEL en la época de Velasco por un monto equivalente al que ahora gastaría si pudiese conducir un AUDI .4 plateado (para hacer juego con sus canas). Lotería: fue en el ´75 que el CENECAPE Miguel Grau pasó a llamarse Dos de Mayo, y la dirección estaba ya anotada en el “post it” que me conduciría al encuentro de Norma.

La calle donde debía encontrar el presunto local del dos veces bautizado CENECAPE era como me la había imaginado. Edificios donde la gente vivía levitando, so riesgo de desmoronar altillos y paredes, dos bodeguitas exhibiendo velitas misioneras y ñapanchas como sus productos más reputados, y una “fritanguera” bien acomodada en la esquina opuesta a los montículos de basura. Del CENECAPE, ni rastros.

Malhumorado por haberme dejado engañar de esa manera, ingresé a unas de las bodegas a mojar mi orgullo con lo que pudiera hallar en sus estantes. Era de no creerse: en los anaqueles empotrados, junto a los licores de tonos estridentes con el cartel: “Tres Soles sin mezclar”, se alcanzaban a ver —qué creen ustedes— un mar de botellas vacías de “Kolas Inglesas” y “Royal Crowns”. Eureka, volví a entusiasmarme.

Lo demás es un tanto confuso y caótico y lo resumo de esta manera: razonablemente creí que Normita era la viejecita que atendía el lugar envuelta en chales y olores a carapulcra de dos días; cuando iba a soltarle la lengua a la anciana con mi ya ensayado repertorio de “ay, si mi abuela viviera me diría ...” etc, etc; la propia señora lanzó un grito que para que les cuento, requiriendo la presencia de “Norma”, sí “Norma”, en el acto; hizo su aparición, entonces, una robusta mujer —de edad indefinida, que igual podría tener 23 y 34— de mejillas coloradas, ropas excesivamente holgadas sobre el cuerpo y un peinado que creí entrever estuvo de moda a fines de los ochenta; pero eso no fue todo, la muchacha —llamémosla así por convención— tarareaba unos acordes que de inmediato reconocí eran de las “Blacanblus” (para los desmemoriados, recuérdese el primer post del Metrónomo).

Dejé que Normita, identificada al fin, atendiera los deseos de la anciana de la bodega y, cuando la tuve al frente, antes de que preguntará qué iba yo a servirme (que fue lo que le ordenó la viejecita a voz en cuello, según ella, sin que nadie se enterara), le dije: Norma, Normita Tinoco, sé quién eres y, para dejarlo en claro, agregué: las Blacanblus, Charles For Ever And Ever, Metrónomo. Ella ni se dio por enterada, se apartó de la mesita donde yo, a esas alturas, ya estaba sentado, y trajo una Royal Crown (dije ya que están descontinuadas) con dos vasos (pero sólo sirvió uno: el mío) para luego preguntarme con una enorme sonrisa y la punta de la nariz llena de sudor helado: está bien, ¿qué quieres saber?

Sería ocioso y poco revelador hacer un detalle extenso de la conversación que pude improvisar con Normita en lo que me tomada demorar la ingesta de esa bebida que, luego, nadie tuvo el atrevimiento de cobrármela. Aquí van algunas pinceladas del ping pong que justifican el título de este escrito (un perfil escrito de costado):

¿Normita, porque el engaño del CENECAPE? Ningún engaño, hace un tiempo me matriculé, quedaba aquí al frente, pero luego se cerró, las chicas de esa promoción aún nos reunimos. ¿Normita, cual es tu verdadero nombre? No te digo cuando me dieron mi DNI (20115224), pero allí dice que me llamo Norma Eudosia Tinoco de la Superunda, mi abuelo materno, que dicen que era descendiente de Conde, era dueño de todos estos terrenos, pero los perdió por confiar mucho en un par de treces. ¿Normita, a algunos les sorprende la fluidez y aceptable redacción de tus mensajes? En mis casa nunca faltaron las “Selecciones” y mi mamá me regaló dos libros de Og Mandino cuando cumplí quince años, sí, puede decirse que leo mucho. ¿Normita, porqué la veneración al Metrónomo? Y porqué NO digo yo, nosotras las chicas del CENECAPE, la promoción digo, estuvimos primero en el coro de la parroquia, pero no nos gustaba mucho despertar los domingos tan temprano; estuvimos también en el Club Sugoy, pero nos cambiaron la sede de Lince a la Molina, y ya era doble pasaje; estuvimos en varios grupos hasta que a mí, un pretendiente me dejó una carta perfumada con un poema lindo, recontra lindo, allí mismo le pregunté si era Gustavo Adolfo, José Santos o José María, porque yo de poesía sé un poquito, y me dijo que no, es Carlos Barrientos y me pasó el enlace al Metrónomo —de pasada me explicó ese asunto del Internet—, lo demás te lo puedes imaginar. ¿Normita, puedo tomarte una foto para que la gente te conozca tal y como eres? Fotos no, no seas malito, la dieta la empiezo el lunes, te puedo dar una foto que tengo allí donde estoy en la bodega hace unos años, estoy un poco cambiada, es que antes no comía tanto, eso sí, en esa foto estoy de espaldas (...) te diré que me gusta como salgo.