martes, enero 17, 2006

Los “Groupies” De la “Otro-No Lonely Hearts Club Band”


Sirvan estas líneas para rendir un homenaje al puñado de incondicionales seguidores de este blog. Allí está Normita Tinoco, estudiante del CENECAPE Miguel Grau, que prefiere invertir el lustroso sol diario que sus padres le entregan para fotocopias y gastos varios, en la más gratificante tarea de visitar el Otro Metrónomo: Salón Literario Musical, a la espera de que Carlos Barrientos haya decidido, por fin, colgar un daguerrotipo más temerario y lúbrico. Está también Yuri Soponcio, abnegado vigía de la playa de estacionamiento “El Portón” (esquina de San Felipe y Manco Cápac en Jesús María, tocar el portón plomo), que en sus días libres acompaña una sandía helada con la re-relectura de la crónica: “Choque y fuga”, con la esperanza de ver renacer a Hernán Polo en su tan entrañable Polo Alterno. Y, por supuesto, no podíamos olvidar a Sinesio Diestro, creativo y publicista de un sin número de galerías made-in Gamarra, que nutre su fantasía en: NaNologías, de donde dice obtener las acertadas frases para polos, afiches y, de ser el caso, menús de temporada (a propósito, ya circula el bibidí: "Tocar el cielo con las manos", al que auguramos exito en este verano).

A todos ellos nuestros más sentidos agradecimientos.

Para quienes creen que no es suficiente con las menciones anteriores, les informamos que contamos también —es justo decirlo— con seguidores cuyos nombres tienen alguna resonancia en el mundo literario. Son los menos pero son. Lástima que se hayan dejado vencer por la timidez, y su fanatismo por la religión “OTRO-NO” alcance apenas para un homenaje velado o una celebración perdida entre sus mejores páginas.

Allí una muestra de los groupies que tenemos en nuestro haber:

“Había una vez un espejo de mano que cuando se quedaba solo y nadie se veía en él se sentía de los peor, como que (OTRO)no existía”. Augusto Monterroso. En: El espejo que no podía existir.

“(...) sólo del laberinto del (OTRO)No puede surgir la escritura por venir”. Enrique Vila-Matas. En: Bartleby y compañía.

“(...) gorgogoteando (OTRO)noes que plellagan el pienso”. Oliverio Girondo. En: Gristenia.

“Si supieras/ Que en la poesía/(OTRO)No hay orden/ Ni desorden”. Luis Hernández. En: En Bateau.

“El error está en decidirse. No le diga usted ni si ni (OTRO)no. Empuñe resueltamente los dos extremos del dilema como las varas de una carretilla y empuje sin más con ella hacia el abismo”. Juan José Arreola. En: La disyuntiva.

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